Anabel Pantoja se enfrenta a varios inconvenientes por aplazar su boda debido al coronavirus

Anabel Pantoja se enfrenta a sus compañeros en 'Sálvame'.
La tertuliana Anabel Pantoja, en 'Sálvame'.
MEDIASET
Anabel Pantoja se enfrenta a sus compañeros en 'Sálvame'.

Es que no podían hacerlo de otro modo. Con el actual estado de alarma decretado por el Gobierno a causa del coronavirus, estaba claro que no iban a poder casarse, así que, obviamente, Anabel Pantoja y su prometido, Omar Sánchez, decidieron posponer su boda... pero qué de problemas les atañen ahora.

La tertuliana y el empresario de windsurf están aislados en Gran Canaria, en la nueva casa que han adquirido y que tanto les gusta mostrar en redes sociales -de hecho ella ya tiene incluso una estancia preferida: el vestidor-, pero eso no le está impidiendo a la sobrina de Isabel Pantoja teletrabjar como varios de sus compañeros de Telecinco.

Precisamente, vía Skype, entró en el programa de este lunes para hablar sobre cómo están sobrellevando la cancelación de su enlace, que han pospuesto "para cuando se pueda, por lo que pueda pasar" y tras hablar largo y tendido con la wedding planner.

Sin embargo, Anabel Pantoja ha desvelado que esta decisión que parece la más lógica (la suspensión de bodas se ha dado por todo el país) les está trayendo a maltraer, con varios quebraderos de cabeza, dado que desde su confinamiento por la cuarentena del Covid-19 no están sabiendo en ocasiones controlar sus nervios.

La sevillana le explicaba así esta decisión in extremis y sus posteriores consecuencias a Jorge Javier Vázquez: "Quiero pensar que toda mi familia y la gente que conozco está bien, pero hoy estoy un poco agobiada, ha sido uno de los peores días que he llevado de nervios".

"Lo estoy pasando muy mal a la hora de cancelar, me ponen muchas pegas y nada, a esperar que salga todo bien. Además he tenido un problema personal en casa...", dejaba caer la finalista de El tiempo del descuento, dando a entender que estos momentos también ponen a prueba el amor dentro de una relación.

Eso sí, reconoce que es ella misma algunos días quien se levanta con el pie torcido por la pandemia que les ha privado de la felicidad sin parangón del matrimonio. "Estoy de los nervios y todas las mañanas me busco una pega", aseguraba.

"Lo que pasa es que me voy a divorciar de El Negro [el mote cariñoso con el que ella llama a su pareja] antes de casarme, le tengo frito, me estoy poniendo superpesada", bromeaba sobre el estado de crispación. Eso sí, acto seguido, le quitaba hierro al asunto: "Bueno, no os preocupéis, que está todo bien".

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